Tras 40 años de educación ambiental en los espacios protegidos en nuestro país, los principales problemas identificados por el grupo de trabajo fueron:

  • Falta de comunicación estratégica para aumentar el apoyo social, político y económico hacia las áreas protegidas. La sociedad no es consciente de la importancia que tiene la buena gestión de la conservación de las áreas protegidas para su bienestar.
  • Utilización de metodologías excesivamente unidireccionales o poco interactivas.
  • Los destinatarios de los programas de educación ambiental en las áreas protegidas siguen siendo prioritariamente visitantes generalistas y escolares.
  • Precaria situación de los profesionales de la educación ambiental.
  • Utilización de la educación ambiental más como un servicio a los visitantes que como una verdadera herramienta de planificación y gestión del área protegida.
  • Los programas educativos en las áreas protegidas se centran casi excesivamente en resaltar los valores patrimoniales, no en la importancia para el bienestar humano.
  • Equipamientos inadecuados u obsoletos. Falta de mantenimiento y accesibilidad universal.

Las 10 Acciones principales identificadas por el grupo de trabajo de educación ambiental en espacios protegidos.

  1. Articular estrategias de sensibilización y participación dirigidas a los agentes socioeconómicos para conseguir su implicación en la conservación del área protegida.
  2. Elaborar programas de información, comunicación, educación ambiental e interpretación del patrimonio.
  3. Formar a los educadores en nuevas estrategias metodológicas.
  4. Incluir entre los contenidos mínimos de los planes de gestión los programas de comunicación y educación ambiental, con referencia a los objetivos de educación para la gestión, la acción y el desarrollo socioeconómico del área.
  5. Elaborar una estrategia conjunta de comunicación del valor de las áreas protegidas y ejecutar a escala de área protegida planes de comunicación que mantengan la visibilidad en los medios de comunicación y favorezcan la comunicación con la ciudadanía.
  6. Desarrollar un procedimiento de acreditación de los profesionales que trabajan en educación ambiental en el área protegida.
  7. Crear grupos de trabajo mixtos de gestores y educadores para la elaboración de directrices de referencia para los programas educativos.
  8. Elaborar un manual de diseño de programas de educación ambiental para la población local de las áreas protegidas y para acciones específicas para tomadores de decisiones.
  9. Desarrollar programas de ciencia ciudadana e implementar algunos de los existentes, como como Fenosfera o Natusfera.
  10. Especificar en los pliegos de condiciones (o en los procedimientos de organización internos del personal) las responsabilidades y tareas del personal dedicado a la educación ambiental.